Cuándo ir a Tokio: clima, mejor época y consejos mes a mes

Tokio, la capital de Japón, es un verdadero festival de modernidad que se mezcla constantemente con su antigua tradición nipona. Se caracteriza por numerosos barrios, como Shinjuku, corazón administrativo y sede del Gobierno Metropolitano; Shibuya, Ginza con elegantes locales y boutiques; Asakusa con sus antiguos templos; y Akihabara, donde vive la tecnología y la pasión por el anime y el manga. Está literalmente llena de cosas que ver y hacer, no solo compras y espléndidos rascacielos, sino también naturaleza con sus maravillosos cerezos en flor y sus hojas rojas otoñales, religión, con sus imponentes santuarios y templos, y gastronomía típica con sushi y ramen. Una ciudad con una atmósfera única y mágica. Aquí hay algunos consejos sobre el clima para asegurarte de visitarla de la mejor manera según la época del año.

El clima en Tokio es predominantemente subtropical húmedo, aunque los inviernos son mildos y no excesivamente fríos gracias a la protección de las montañas; en cambio, los veranos son muy calurosos, bochornosos y caracterizados por lluvias frecuentes (excepto en agosto). En todas las estaciones, los días soleados casi nunca faltan. La circulación monzónica que caracteriza a todo Japón, hace prevalecer las corrientes frías del noroeste y las cálidas y húmedas tropicales en verano. Atención a los posibles tifones, de junio a octubre, los ciclones tropicales que afectan principalmente la zona sur de Japón. Las lluvias en la ciudad son abundantes, especialmente durante la temporada de otoño, de septiembre a octubre. La amplitud térmica es bastante baja; por la noche, de hecho, las temperaturas siguen siendo altas.

Tokio es un destino bastante caro en cualquier época. La temporada baja coincide con la temporada de lluvias, pero este también es el período menos indicado para unas vacaciones. Sin embargo, es posible visitar la ciudad en septiembre/octubre si estás dispuesto a visitar las atracciones bajo la lluvia.

En general, los otros períodos tienen precios bastante similares. La regla general para ahorrar es evitar los períodos cercanos a fiestas y conmemoraciones (Año Nuevo chino, floración de los cerezos, Golden Week de primavera, el Obon de agosto). Podrían representar un buen compromiso el mes de marzo y el inicio de noviembre, en cualquier caso, es mejor reservar con muchas semanas de antelación.

Tokio y Japón se caracterizan por la floración de los cerezos, el hanami, una tradición que se transmite desde hace miles de años y que todos esperan con ansias. Las flores de cerezo, los sakura, representan la vida y la belleza, aunque efímera, ya que la flor dura solo unas pocas semanas al año. No te pierdas las fiestas organizadas en el parque Ueno Onshi, donde puedes admirar muchos cerezos, más o menos antiguos, o en el Jardín Nacional Shinjuku-Gyoen, incluso por la noche, con los cerezos adornados con linternas de papel, o en simples pero maravillosos picnics al aire libre. Otra hermosa actividad que debes probar en coincidencia con el hanami es subir a bordo de un barco en el agua en las orillas del Sumida y admirar los cerezos del Bokutei y del Chuo ohashi, para luego bajar en la parada de los Jardines de Humarikyu, espléndidos jardines feudales con un lago y una deliciosa sala de té en la pequeña isla centrada en el lago, una experiencia única para admirar los cerezos en flor de las variedades más comunes como las Somei Yoshino y Yaezakura y las más raras del Kanzan, Fugenzo y Ukonzakura. Del 29 de abril al 5 de mayo, además, se celebra la muy esperada Fiesta Nacional, la Golden Week.

Entre calor, bochorno y el canto constante de las chicharras, en Tokio, como en el resto de Japón, el verano es sinónimo de fiesta y diversión, caracterizados por antiguas tradiciones y culturas locales: el natsu-matsuri, un derroche de música, danzas, desfiles y puestos en diferentes rincones de la ciudad, como las yomise con las bolitas de pulpo (takoyaki), y las yakisoba (espaguetis a la parrilla). En particular, en julio, se celebra el gion matsuri en honor a los ritos purificadores de los dioses que se practicaban para apaciguar las epidemias del siglo IX y, en la última semana de agosto, la Tokyo Koenji Awaodori, la más importante entre las fiestas danzantes, y la Sumida gawa hanabi taikai, gran fiesta dedicada a los hana-bi, los fuegos artificiales. La fiesta más importante es probablemente la Fukagawa matsuri, cerca del santuario Hachiman, caracterizada por desfiles de sintoístas que corren llevando palios de manera caótica y desordenada, empujándose y lanzándose agua como para purificarse, deseándose buena suerte. Finalmente, el 15 de agosto, se celebra el obon, la fiesta de las linternas dedicada a los difuntos.

El otoño en Tokio se cubre con los particulares matices de las hojas que cambian de color, el fenómeno conocido como koyo, y entre momijigari, o kanpūkai, es decir, la continua búsqueda de los mejores lugares donde poder admirar los cálidos colores de esta temporada, especialmente la hoja roja.

Entre los mejores lugares en Kioto encontramos los templos y santuarios con hermosos jardines iluminados incluso después del atardecer: entre los más bellos están Yoshimine-dera, Eikando, Tofuku-ji, Kiyomizu-dera. No te pierdas también Icho Namiki, la célebre "avenida de los ginkgos" con sus asombrosos colores dorados otoñales, y los parques de Koishikawa Korakuen y Rikugien. Un consejo es también salir de la ciudad y disfrutar de lugares sorprendentes como Nikko, a aproximadamente 2 horas en tren, con las cascadas Kegon y Yumoto onsen y el templo Rinnoji, Kamakura, hermosa ciudad a aproximadamente una hora en tren, y el espectacular monte Takao, a 50 minutos en tren, rico en fabulosos senderos naturales. También son muy recomendables los jardines de Hakone, a unas dos horas de la ciudad. No te pierdas tampoco el Tokyo Ramen Show, que celebra la sopa típica japonesa.

El aire de Navidad se hace sentir decididamente (aunque Japón no es un país cristiano). Tokio está cubierta de luces y decoraciones y el 25 de diciembre se considera una fiesta romántica para pasar con tu pareja. La iluminación nocturna más hermosa la puedes encontrar en el antiguo parque de Rikugien. Dedícate a un poco de compras tecnológicas y de anime y manga en el barrio de Akihabara o de Ueno, el más central de la ciudad. Al final del año, la ciudad se llena de una atmósfera única en vísperas de Año Nuevo, el llamado o-shogatsu, con la celebración del hatsumode, la visita a un lugar sagrado el primer día del año para rezar y escuchar los 108 toques, joya-no-kane, que simbolizan los 108 pecados que deben ser purificados. Una costumbre típica es también rezar, aplaudir y lanzar monedas, como signo de buena suerte. A la medianoche, hay también la costumbre de soltar al cielo globos de colores, como sucede en el Templo Zojoji en el barrio de Roppongi y en el Templo Fudoson Meguro Ryusenji. No te pierdas tampoco los fuegos artificiales desde la Tokyo Tower, desde Shiodome, desde el Museo Nacional, desde el Skytree (rascacielos-observatorio) y desde las colinas de Roppongi.

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